Con la creación de una Academia de Braille y Tecnología que permita a las personas en situación de discapacidad visual acceder a la informática, así como talleres de inglés a nivel nacional con el apoyo de universidades y el desarrollo de una Academia de Música, la Corporación Biblioteca Central para Ciegos celebra sus 54 años de existencia.
Con la creación de una Academia de Braille y Tecnología que permita a las personas en situación de discapacidad visual acceder a la informática, así como talleres de inglés a nivel nacional con el apoyo de universidades y el desarrollo de una Academia de Música, la Corporación Biblioteca Central para Ciegos celebra sus 54 años de existencia.
Estas son algunas de las novedades que la institución presenta en este aniversario, potenciando el servicio que entrega a quienes han perdido la visión, ayudándoles a avanzar en su independencia e integración social, mejorando y dignificando así su calidad de vida. Ideas que se suman a los talleres ya existentes, entre ellos guitarra, artes marciales y danza árabe.
Elizabeth Caballería, coordinadora de Proyectos y Actividades de la Corporación, cuenta entusiasmada las innovaciones y comenta que, dado el crecimiento exponencial del interés por participar e integrarse a los talleres desde distintas regiones del país, se tomó la decisión de extender las actividades por plataforma online a todo Chile.
La ampliación del Área de Psicología, que presta apoyo a los usuarios, es otro de los proyectos que impulsa la entidad para contribuir a mejorar su calidad de vida, especialmente frente al periodo de pandemia que actualmente se vive.
Pero, sin duda uno de los temas relevantes en los que está comprometida Bibliociegos es la compra de impresoras industriales para textos en Braille, ya que esto tiene un fuerte impacto para la creación y distribución de textos acompañados de audiolibros con fines de educación, entretenimiento, información, etc.
En Pandemia
El compromiso de la Biblioteca se ha hecho evidente en el periodo de pandemia, con su constante acompañamiento a los usuarios, sin detener en ningún momento los talleres que se han seguido impartiendo de manera virtual. Incluso esto ha sido una oportunidad, ya que -según cuenta Elizabeth- esto ha permitido sumar a personas de regiones, que, de por sí, previo a la pandemia, no tenían acceso ni conocimiento de estos talleres.
Elizabeth Caballería llegó en el año 1998 a formar parte de la Corporación. Estudió inmediación cultural en el GAM y fue una de las primeras mediadoras con discapacidad visual de Chile. Desde ese entonces, ha tenido un gran cambio: pasó de ser usuaria a una más del equipo, de proponer proyectos a llevarlos a cabo desde su vereda, la vivencia y utilidad para aquellos que viven su día a día en una situación de discapacidad.
Recuerda que, con 22 años, llegó a pisar por primera vez la sede de la Biblioteca, en la que se ofrecía “solo libros en braille” y una serie de talleres, los cuales generalmente eran utilizados por personas adultas que buscaban vincular su vida a los libros y al reencuentro con su propia imaginación. Hoy es muchísimo más que eso, con un apoyo integral, talleres diversos, estudio de grabación de audiolibros, impresoras industriales, salas multiuso, acceso vía plataforma online a usuarios de todo el país, etc.
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